La isla diferente

LANZAROTE

Descripción

Lanzarote, una isla donde la naturaleza y el arte se fusionan bajo la mirada del volcán, invita a los viajeros a explorar un paisaje único en el mundo.
Su tierra de contrastes, con playas de arena blanca, dorada y negra, aguas turquesas y parajes volcánicos en tonos ocres y negros, es el escenario perfecto para aventuras inolvidables.
La influencia del artista César Manrique se percibe en cada rincón, donde el respeto por el entorno natural se combina con la creación artística, ofreciendo un destino turístico sostenible y cautivador.
Ideal para quienes buscan inspiración, relax o aventura, Lanzarote promete una experiencia que va más allá de lo convencional. 

Arte y naturaleza en armonía

Descubre los lugares donde Lanzarote expresa su magia más pura: la Cueva de los Verdes, el Jardín de Cactus o Los Jameos del Agua, todos pertenecientes a la red de Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote. En cada uno de ellos se revela la esencia de Lanzarote, volcánica, atlántica, frágil y salvaje. Estos espacios fueron el legado de César Manrique a su isla natal, un artista que supo combinar como nadie la fuerza creativa del arte con la majestuosidad de la naturaleza, moldeando la identidad visual de Lanzarote. Para conocer su pensamiento y obra, lo mejor es visitar su fundación en el Taro de Tahíche, una impresionante mansión construida sobre la lava.

Escenarios de otro mundo

Lanzarote es un escenario de cine, con lugares que parecen sacados de otro planeta. Los 14 kilómetros de la ruta que atraviesa el Parque Nacional de Timanfaya nos trasladan a Marte o la Luna, grandes extensiones de lava y piedras, cráteres y volcanes en un silencio absoluto. Muy cerca, la región vinícola de La Geria, ofrece una vista espectacular de viñedos enraizados en ceniza volcánica. Los Hervideros, donde el mar se encontró una vez con la lava, regala un espectáculo natural de espuma y roca. El Mirador del Río, otra creación de Manrique, proporciona vistas impresionantes del Archipiélago Chinijo, con la visión de la La Graciosa, la octava isla canaria.

Estos lugares no solo son un deleite para los sentidos, sino también un testimonio del diálogo entre el arte y el entorno natural de Lanzarote. 

Aventura volcánica en el atlántico

Con más de 200 kilómetros de costa Lanzarote es referencia internacional en deportes acuáticos como el surf, el windsurf o la vela. Sus fondos marinos, además, son una auténtica explosión de biodiversidad para descubrir practicando buceo y snorkel, siempre disfrutando de sus aguas cristalinas y templadas.

En tierra, Lanzarote es plana, con una orografía muy suave, y está atravesada por vías ciclistas que la atraviesa de punta a punta, por algo es la isla canaria que más cicloturismo recibe. Por eso, también es perfecta para practicar senderismo, trekking y trail, disfrutando de unos paisajes excepcionales y de su clima de eterna primavera.  Los más atrevidos pueden atreverse con otras actividades como barranquismo, coasteering, escalada o via ferrata.

Sabores y estrellas en la isla del fuego

Lanzarote también permite deleitar nuestros sentidos con sus sabores y noches estrelladas. La isla ofrece una gastronomía única, donde los productos locales se transforman en platos que cuentan la historia de un territorio volcánico, semidesértico pero, aún así, sorprendentemente  fértil gracias al ingenio y esfuerzo de sus habitantes. Las bodegas de La Geria abren sus puertas para degustaciones de vinos que capturan la esencia de la tierra de lava.

Cuando cae la noche, el cielo de Lanzarote se convierte en un espectáculo astronómico, gracias a la claridad y pureza de su atmósfera. La observación de estrellas aquí es una experiencia mística, uniendo a los visitantes con el universo desde un punto de vista privilegiado en la Tierra. 

Localización

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